¿Qué haces para gestionar tus impulsos?

Tómate un momento para pensarlo. Probablemente descubras que tratas de controlarlo. Por lo tanto, tratas de resistirte con fuerza.

Así que a veces lo consigues y otras no. Dependiendo de la energía, motivación y fuerza de voluntad que tengas en ese momento.

Cuando sientes un impulso, es como si te dieran un fuerte empujón. Unas veces te caes y otras consigues mantener el equilibrio. Pero el susto te lo llevas.

Para que entendamos mejor en qué consisten los impulsos, ten en cuenta que cada emoción te da el empujón para actuar de cierta manera.

A este empujón es lo que llamamos impulso según se explica tan bien en el libro La trampa de la felicidad de Russ Harris.

Un impulso es una respuesta automática ante una emoción que estés sintiendo.

Es importante saber que esa respuesta es automática, te sale sin pensar.

Cuanto más te dejes arrastrar por tus impulsos, más automáticamente te saldrán.

Piensa que el autocontrol es la capacidad para regular nuestros impulsos de forma voluntaria. Y las personas que no tienen esta capacidad suelen tener lo que se denomina falta de control de impulsos.

No se si alguna vez te has detenido a observar tus impulsos. Pero te animo a que pruebes a fijarte en lo siguiente:

Cuando estoy nerviosa/enfadada/estresada siento el impulso de…

Por ejemplo:  siempre que me siento abrumada me entran unas ganas tremendas de comer chocolate (o lo que sea, depende de cada uno).

En nuestras sesiones de coaching para adelgazar de metodoancla.com vemos que la mayoría de las personas piensan que la forma de gestionar un impulso es tratando de controlarlo.

Aunque esta estrategia de control me imagino que ya habrás descubierto que no funciona.

Y las veces que funciona, es pagando un alto precio de desgaste.

De hecho, tratar de controlar un impulso es como tratar de sujetar una pelota bajo el agua.

Mientras haces fuerza, la pelota se mantiene sumergida. Pero en cuanto te cansas y sueltas… Bum! Sale disparada todavía con mayor fuerza.

Por eso la próxima vez que sientas un impulso, en vez de tratar de controlarlo prueba una técnica llamada Surfear los Impulsos.

Este término es de los psicólogos A. Marlatt y J. Gordon como parte de su innovador trabajo sobre la drogadicción.

También he visto que lo llaman Surfear la ola de los deseos.

En cualquier caso, puede aplicarse a cualquier impulso que experimentemos. Ya sea comer,  pegarle un grito a alguien que apreciamos cuando perdemos la paciencia, comprar por internet, encenderte un cigarro,  evitar algo que te da pereza hacer…

Esta técnica consiste en tratar los impulsos como si fueran olas.

Consiste en surfearlos hasta que se desvanecen.

Para surfear un impulso, en lugar de dejar que te arrastre, lo primero que hacemos es observar en qué parte del cuerpo sientes el impulso con mayor intensidad.

Y a continuación reconocerlo: «estoy teniendo el impulso de..»

En tercer lugar solamente obsérvalo crecer y desvanecerse como las olas que vienen y van.

No intentes controlarlo ni luchar contra el impulso.

Igual que las olas, algunos impulsos crecen y se desvanecen con rapidez, otros se toman su tiempo, o rompen con fuerza y estruendo.

Entonces permite que tu impulso venga y se vaya a su propio ritmo, como una ola.

Si te animas puedes practicarlo con la meditación guiada «Surfear las olas» .
Ya sabes que si quieres trabajar con nosotros para poner en práctica esta técnica y muchas más, solo tienes que ponerte en contacto con nosotras.

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