Es que es muy difícil…

ES QUE ES MUY DIFICIL y por eso no lo hago.

Si me dieran un euro cada vez que escucho que algo es muy difícil, ahora sería millonaria.

Y para serte sincera, si yo misma me lo hubiese dado cada vez que lo pensaba… pues lo mismo. Vamos, que yo también me lo he dicho un montón de veces.

¿Qué hay detrás del pensamiento «es que es muy difícil»?

Si quieres tómate un momento para pensarlo y luego sigues leyendo.

A ver si coincidimos: MIEDO.

Miedo a fracasar, miedo a intentarlo y no conseguirlo. Miedo a darme cuenta que no soy capaz.

Y el miedo paraliza.

El miedo hace que no asomemos la patita por si viene el lobo y nos come.

Si yo pienso que algo es muy difícil, aunque realmente lo sea, ya me estoy predisponiendo a fallar.

En nuestras sesiones de coaching para adelgazar de Método Ancla no nos cansamos de repetir que según yo pienso, así me siento. Y según me siento, así me comporto.

Entonces si piensas que algo es muy difícil…¿cómo crees que te sentirás?

Te sentirás insegura.

Con miedo a intentarlo, a fracasar, a hacer el ridículo…

Si me siento insegura me comporto de forma insegura.

Torpe, sin recursos, titubeando, y haciéndome pequeñita.

Con lo cual es muy probable que eso que pensaba que era tan difícil, se haga todavía más grande.

Mas difícil aún.

Puede que aquello que temo, se haga realidad porque de forma inconsciente yo misma lo provoque. El famoso AUTOSABOTAJE.

Ojo, que a la inversa no funciona. Por mucho que el mal llamado pensamiento positivo se empeñe en hacernos creer que sólo por pensar algo, aunque sea con mucha convicción se vaya a cumplir.

Por pensar que algo no es difícil, no se va a convertir por arte de magia en algo fácil y vas a conseguir todo lo que te propongas.

No me refiero a eso.

Me refiero a que no te lo pongas más difícil aún, pensando que es muy difícil y que no vas a poder.

Hay cosas en la vida que son difíciles, o que a nosotros en un momento de nuestra vida se nos hacen difíciles. Engañarnos no funciona.

Pero aceptar que porque algo sea difícil no voy a rendirme, es otra muy distinta.

Sólo porque algo me resulte difícil no voy a tirar la toalla.

Si abandono en cuanto las cosas se ponen difíciles, nunca conseguiré nada que merezca la pena.

¿Cuántas veces has superado una dificultad y has conseguido cosas que tanto merecen la pena?

¿Crees que cuando eras bebé te levantaste un día de repente y empezaste a caminar?

Pues no. A pesar de caerte mil veces seguiste intentándolo y ahora caminas sin ninguna dificultad.

Así que caminar no te resulta AHORA difícil, pero cuando aprendiste te resultó muy difícil. Te lo aseguro.

Y aprender a leer, y a escribir, a montar en bici y a conducir…

Es muy difícil AL PRINCIPIO, pero si no abandonas termina resultándote con la práctica cada vez más fácil.

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Para saber más sobre el tema, no te pierdas SI QUIERES AVANZAR, DEJA LAS EXCUSAS ATRAS.

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