¿Cómo puedo controlar mi apetito?
Controlar el apetito resulta ser uno de los primeros objetivos que suelen plantear nuestros clientes en las sesiones decoaching para adelgazar.
Sienten que deben luchar por controlar su apetito y vencer esa dura batalla.
Es normal, tienen la impresión de que el apetito les lleva a comer más de lo que quieren y que eso conduce al aumento de peso.
Como resultado se enfrentan a la situación desde la perspectiva del control.
Resulta fácil comprender por qué muchas personas tienen este enfoque.
Es fácil pensar que vas a conseguir la talla que quieres si simplemente logras controlar tu apetito.
A primera vista controlar el apetito puede parecer una manera más fácil de conseguir la aceptación o aprobación de tu propio cuerpo.
Pero no es más que una distracción para no abordar los problemas o inseguridades más profundas que te hacen sentir que no eres digna de aceptarte a no ser que pierdas peso.
Entonces, ¿cuál es el secreto para controlar el apetito?
La respuesta seguramente te sorprenda tanto a como a nuestros clientes cuando lo escuchan por primera vez:
El secreto no está en tomarte unas pastillas para controlar el apetito.
No te voy a vender unas pastillas ni unos polvos para hacer un batido ni la receta de un smoothie mágico. Ya sabes que no trabajamos así.
De verdad que hemos escuchado de todo a nuestros clientes. Han probado de todo bajo la promesa de conseguir controlar sus ganas de comer.
Gominolas saciantes, acupuntura, beber agua antes de comer para llenar el estómago, comer aunque no te apetezca para evitar sentir hambre después, imaginar que comen aquello que les apetece tanto, darse golpecitos en algunas partes de la cara, repetir frases tipo «yo puedo controlar mi apetito»…
Sin embargo el secreto está en no hacerlo. No trates de controlarlo
Controlar significa resistirse y luchar.
Eso resulta agotador y solo te lleva a frustrarte.
Lo que resistes, persiste. Lo que aceptas, se transforma. Carl Jung
Por eso voy a compartir contigo algunas de mis recomendaciones para dejar de controlar tu apetito sin que suponga que vayas a ganar peso:
#1. Acéptalo.
El apetito es natural. No hay nada malo en tener ganas de una comida deliciosa. Es parte de un estilo de vida saludable.
Recuerdo que la primera señal de alarma cuando mi perro estaba enfermo por algo, es que se le quitaba el apetito.
Una vez más escucha tu instinto nutricional y te darás cuenta que tener apetito es una buena señal. No hay nada malo en ello.
No tengas miedo a sentir hambre.
#2.Distínguelo.
A lo que la mayoría de las personas tienen miedo no es realmente el apetito en sí, sino el apetito por los alimentos equivocados.
O cuando el apetito se expresa de forma inapropiada y conduce a comer en exceso.
Haz la prueba: si de verdad tienes apetito te comerías una manzana, por ejemplo.El hambre no entiende de caprichos.
Una de las primeras señales cuando alguien empieza a cuidarse durante el proceso es que se vuelve más selectivo respecto a lo que come. Y empieza a preguntarse si lo que va a comer realmente lo hace buscando alimentarse o sencillamente por llenar el estómago con cualquier cosa.
#3. Explóralo.
Nuestros clientes ya saben que desde las primeras sesiones trabajamos en profundidad este punto y los descubrimientos tan interesantes que supone hacerlo.
¿En qué momento tu apetito aparece de repente?
¿En qué momentos parece que no tienes tanta hambre?
¿Hay ciertos alimentos que parecen hacer que te sientas con más hambre o más llena que de costumbre?
¿Es apetito lo que sientes o lo que buscas es devorar esas emociones que sientes en ese momento?
Tu apetito puede ser una ventana a cuestiones más amplias en tu vida y las áreas donde te están pidiendo ser alimentadas con cariño, reconocimiento o atención.
#4.No lo asocies al peso.
Tu apetito no tiene nada que ver con un aumento de peso, si te alimentas con una dieta equilibrada y saludable. Creer que necesitas controlar tu apetito es el tipo de pensamiento que a menudo conduce a un comportamiento boomerang y pasar de no comer casi nada acomer en exceso.
La restricción conduce al exceso
#5. Deja de luchar contra él.
Tener apetito no te hace débil. No es el enemigo. Cuando comienzas a criticarte a ti misma, recuerda que hay un cambio positivo que se podría hacer en tu estilo de vida.
Cuanto más te coloques en una situación de lucha o control, más frustrante te resultará.
No se trata de controlar. Se trata de entender y distinguir qué te está pidiendo en realidad tu cuerpo en ese momento.
O quizás sea tu mente la que te lo pide. Quizás necesites desconectar o descansar de lo que estás haciendo. Y la forma en la que has aprendido a desconectar es comiendo. Confundes el hambre con las ganas de darte un descanso.
O tus emociones, como hemos visto antes.
Echa un vistazo en qué consisten nuestras sesiones de coaching para adelgazar para ver si te podemos ayudar.
Piérdele el miedo a sentir hambre.
Si estás lista para iniciar tu viaje hacia una relación más satisfactoria con la comida, contacta con nosotras para comprobar si nuestras sesiones de coaching son lo que estabas buscando.
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