¿Cómo influye tu estado de ánimo según lo que comes?
Cuando comemos llevados por nuestro estado de ánimo, es lo que llamamos comer emocionalmente y es una parte importante sobre la que trabajamos en las sesiones de coaching para adelgazar.
Pero, ¿y en sentido contrario?
¿ Lo que comes puede influir en cómo te sientes?
Tu estado de ánimo depende muchas veces de por qué, cuándo y cómo se come. Seguramente habrás experimentado el mal humor que sientes cuando llevas varias horas sin comer…
Lo que muchos de nosotros podríamos no tener en cuenta es hasta qué punto nuestro bienestar emocional está condicionado por nuestros hábitos alimenticios, sobre todo a largo plazo.
No me refiero sólo a cuando nos saltamos las comidas. Se trata de la calidad de los alimentos que comemos y los aportes nutricionales que recibimos de ellos.
Por eso te he preparado 5 consejos para ayudarte a utilizar los alimentos para mejorar tu estado de ánimo:
# 1 – Deja de contar calorías.
Comer en exceso provoca que te sientas pesada y desganada. Seguro que ya lo habrás comprobado.
Pero CONTAR CALORÍAS NO FUNCIONA. Y además de no funcionar, te hará sentir que tienes que estar controlando permanentemente lo que comes y puntuándolo mentalmente… Y eso es agotador y frustrante como ya sabes.
# 2 – No tengas miedo de la grasa.
Es un error común creer que la grasa es lo que engorda. En realidad hay grasas saludables, naturales, que son una parte crucial de una dieta equilibrada.
Además, muchos alimentos «bajos en grasa» y con «grasa reducida» usan ingredientes artificiales para tratar de simular la textura y sabor que la grasa natural proporciona, y los aditivos pueden tener efectos negativos para la salud. Tu estado de ánimo se verá afectado si estás abandonando algún macronutriente importante y reemplazándolo con ingredientes sintéticos potencialmente dañinos.
# 3 – Tómalo con calma respecto al azúcar.
Si alguna vez has estado cerca de a un niño que acaba de tomarse un trozo de tarta de chocolate, sabes que el azúcar te da energía.
El subidón del azúcar no se refiere sólo a nuestro nivel de energía, también a nuestro estado de ánimo. Puedes sentirte de buen humor cuando estás en la cima del subidón de azúcar. Los altibajos que aporta una dieta alta en azúcar significan que tan pronto como tu energía comienza a sumergir, tu estado de ánimo le sigue. Lo que necesitas es una dieta que proporcione energía constante, que te ayudará a mantener su estado de ánimo más estable.
A diferencia del azúcar y otros carbohidratos que son fuentes rápidas de combustible, las proteínas aportan energía sostenida. Al evitar los altibajos de las sacudidas y caídas de energía, somos menos propensos a experimentar cambios de humor.
# 4 – Comer comida de verdad.
Ya hemos hablado de la grasa, el azúcar y las proteínas. La conclusión es que es importante comer alimentos que en realidad nos nutran. Que de verdad alimenten, no sólo que llenen el estómago.
Ésto mejora nuestro estado de ánimo. Todos sabemos que cuando nos sentimos mejor físicamente, nos sentimos mejor psicológicamente. Mientras que las dietas bajas en calorías y bajas en grasa generalmente afectan negativamente nuestro estado de ánimo a través de la privación, el otro extremo es comer en exceso, lo que nos hace sentir lentos y pesados con pocas ganas de hacer nada.
Pero como los alimentos ricos en nutrientes son más saciantes que los productos altamente procesados, al tratarse en gran parte de sólo calorías vacías, nos sentiremos llenos más pronto y seremos menos propensos a comer en exceso.
# 5 – Escucha a tu cuerpo.
Este punto ya me lo habrás escuchado más veces. Y es que por ser el último no es el menos importante, todo lo contrario. Es algo que trabajamos en las sesiones de coaching para adelgazar y que en el pasado post de COMER COMO UN ANIMAL ya te mencionaba.
Si te encuentras a menudo quejándote o sintiéndote «que nada te llena», presta atención a lo que tu cuerpo te está diciendo.
¿Te sientes quemada? Si es así, tomate un tiempo para relajarte y descansar. RELÁJATE Y QUEMA CALORÍAS.
Sé consciente de cómo te sientes cuando comes ciertos alimentos. Si un determinado tipo de comida te hace sentir desanimada, corta tu dieta por unos días y observa si tu estado de ánimo mejora.
Ten paciencia a medida que incorporas estos consejos en su estilo de vida. Pequeños cambios conducen a grandes cambios, así que empieza con uno o dos a la vez y presta atención a cómo tu cuerpo reacciona a cada uno.
Si quieres mejorar la relación con tu imagen corporal y con la comida, puedes contactar conmigo para el programa de 8 sesiones del Método Ancla diseñado para transformar tu relación con la comida.
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